Todos tenemos algún tipo de necesidad; algunos tienen necesidades físicas, financieras, emocionales, matrimoniales. Dios sabe y conoce cada una de nuestras necesidades y él nos escucha, pero también en su tiempo y en su momento nos responde.
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!. Mateo 15:24
Cada vez que traemos una petición delante de Dios, tendremos que vencer obstáculos, pero cuando hay fe y determinación, Dios respalda. Cuando hay fe veremos y experimentaremos la gloria de Dios en nuestra vida, ministerios, familias y en todo lo que nos rodea.
Pedro tenía como maestro, al maestro de maestros, caminaba con Él, había visto milagros. Pero en el momento en que estaban en la barca, ocurrió un milagro, Pedro puso su vista en el Señor y empezó a caminar sobre las aguas. Pero con el pasar del tiempo, quitó la mirada del Señor y empezó a hundirse.
Hoy en día muchos han quitado su vista del Señor, y se han empezado a hundir en la duda, en la angustia. Estamos viviendo tiempos peligrosos y no podemos quitar la vista de Cristo. Por eso el Señor nos dice en su Palabra "Poned los ojos en Jesús".
Mientras el Señor esté en tu familia, en tu negocio, en tu familia, aunque las olas quieran hundir la barca, esa barca no se hundirá porque el Señor está allí.
Más adelante se relata la historia de una mujer cananea, que había oído acerca de Jesús, porque la fama del Señor había corrido y había traspasado los límites de Samaria y había llegado a Tiro y Sidón.
Todos hablaban sobre él, sobre lo que emanaba de ese predicador, el hijo del carpintero, Jesucristo. Cuando esa mujer oyó de Cristo, inmediatamente piensa en su hija que estaba gravemente atormentaba por un demonio y se llenó de Fe.
La mujer cananea fue donde el Señor y levantó la voz, clamó y dijo "Señor hijo de David, ten misericordia de mi".
Un clamor de un hijo de Dios, mueve las fibras de su corazón. Dios escucha el clamor de su pueblo. Seguidamente la mujer cananea presentó su necesidad delante del Señor y luego de un diálogo profundo con el Señor le dijo "Hágase contigo como quieres" y desde ese momento su hija recibio la sanidad.