Vemos a través de la historia que el enemigo ha intentado empujar con violencia a todo aquel que tratar de caminar en santidad, de hacer la voluntad de Dios. Como sabe que no puede detener al Señor ni impedir que sus planes y propósitos se cumplan, va a tratar de estorbar a aquellos que están sirviéndole a Dios.
No olvidemos que su obra y sus siervos no están solos, hay que recordarle al diablo que es más poderoso aquel que está con nosotros que el que está en el mundo. Cada vez que Dios nos golpea en un área es para edificarnos, los martillazos de Dios no son para destrucción sino para restauración.
1 Corintios 10:12 nos dice: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”. La biblia nos muestra ejemplos vivos de esta palabra: El alma de Sansón fue reducida a mortal angustia, el diablo lo llevo a un punto de quebrantamiento, David un hombre conforme al corazón de Dios también fue llevado al punto de quebrantamiento se desubico y comenzó a ver lo que no tenía que observar.
En el momento en que soltemos la cobertura de la trinidad, se apartarán de nuestra vida y caeremos. Si estamos de pie ha sido por la misericordia de Dios. Dios anda buscando a una generación diferente.