En este Quinto Servicio, jóvenes de todo el país se unen en un solo sentir, experimentando la verdadera paz, el gozo y el amor que solo Dios puede dar.
El Espíritu Santo se derramó con poder, y muchos fueron bautizados en el Espíritu Santo, renovados y fortalecidos en su fe. Que este avivamiento continúe en nuestros corazones y en cada rincón de nuestro país.