Miles de hermanos de todo el territorio nacional se reunieron en las instalaciones de la Arena Roberto Duran, con el fin de exaltar el nombre de Dios, durante el tercer culto de Convención Nacional de Panamá 2020.
El Rev. Ernesto Moreno, pastor de la Iglesia del Chorrillo, inició el servicio con un clamor de oración. El Rev. Mariano Smith, presbítero y pastor de la Iglesia de Llano de Jesús fue el encargado de presidir este servicio. Las alabanzas y la adoración fueron dirigidas por las hermanas Carmen de Araúz y Rebeca Araúz Ariano, quienes entonaron coros que nos elevaron a la presencia de Dios.
El Rev. Diógenes Ortiz, pastor de la Iglesia de Sector Sur de Tocumen, leyó la lectura de la palabra de Dios en Efesios 1:15 "Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos".
Nos gozamos al escuchar palabras de saludo por el Rev. Carlos Medina, supervisor de España y del Bloque A de Europa; quien testificó sobre los avances de la obra en el país ibérico. Actualmente España cuenta con 8 presbiterios y 45 congregaciones para la Gloria de Dios.
El supervisor nacional de Nicaragua, Rev. Evangelisto Sánchez también testificó que la obra en el país centroamericano está en victoria y sigue adelante. Seguidamente, el Rev. Juan Castillo, pastor en Limón Costa Rica saludó a los convencionistas.
El Rev. Pablo Castro, oficial en Colombia, habló sobre la obra en Medellín, que actualmente cuentan con 25 iglesias para la gloria de Dios. Finalmente la pastora Neudy Gudiño procedente de Venezuela cantó un especial bendecido por tu Espíritu Santo.
El Rev. José Arturo Soto, presidente internacional de la obra saludó a todos los convencionistas y dio noticias sobre la obra en Argentina y Paraguay. Luego presentó al expositor de la palabra de Dios, Rev. Luis Meza tesorero internacional y supervisor de la obra en Perú, quien basó su mensaje en el tema "Jesús es el hijo del hombre".
Jesús cuando vino a la tierra, se refirió a si mismo como el Hijo del Hombre. El Señor se transfiguró a sus dicípulos y a través de este evento, podemos confirmar que Jesús era totalmente hombre y totalmente Dios. Jesús es nuestro Kyrios, quien perdona los pecados. Quien se entregó y derramó su sangre para limpiarnos de toda condenación.