Una buena definición de promesa de Dios podría ser: una declaración de parte de Él, que lleva en sí el poder para cumplirse, siempre y cuando las condiciones se cumplan.
Al pasar tiempo estudiando las escrituras es fácil encontrar muchísimas promesas hechas por Dios. Existen promesas en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, promesas que tocan cada área de la vida. Los pactos, o compromisos que Dios ha hecho con el hombre a lo largo de los siglos, se basan en promesas.
Es en la espera de esa promesa, que encontraremos momentos de dificultad e incertidumbre, sin embargo, no debemos como dice su palabra en Deuteronomio 32:4 “Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud”.
La promesa que Dios hizo hace miles de años sigue vigente, y la bendición de la promesa está disponible para quienes viven por fe. ¡Cuán importante es tener conocimiento de las promesas de Dios!