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Historia

La obra del Movimiento Misionero Mundial en Panamá tuvo sus inicios en el año de 1970. El Rev. Luis Monge, pastor del MMM en Costa Rica realizó una visita misionera a Guabito, Provincia de Bocas del Toro para realizar una campaña.

Luego de aquella primera campaña, el Rev. Monge, envía al hno. Victor Ching como colaborador del campo en Guabito, quien viaja junto a su familia. Allí permanecieron por más de dos años al frente de la primera obra en Panamá. En ese tiempo se logra adquirir la promesa de propiedad a través de una donación que realizó un hermano ya anciano de origen nicaragüense que se congregaba en la iglesia.

A principios de 1972, el pastor Victor Ching viaja junto a su familia a la capital de Panamá con el fin de levantar obra en ese lugar. El Rev. Luis M. Ortiz, decide enviar al pastor José Arturo Soto, misionero costarricense, de 19 años de edad, a atender la obra en Guabito.

A finales de ese mismo año, se logra rentar un local de cultos en el Corregimiento de Santana, entre calle 16 y 17 oeste, frente a Plaza Amador, a través de la labor de la Familia Ching, mediante una campaña evangelística en donde más de 15 almas aceptaron a Cristo.

El pastor Víctor Ching y familia permanecieron allí por espacio de dos años más y luego retornaron a Costa Rica, finalizando su trabajo misionero en Panamá. En 1974, el pastor José Arturo Soto, quien estaba pastoreando en Guabito, Bocas del Toro, es trasladado a la ciudad capital de Panamá para seguir atendiendo la obra en Santana. Y el Rev. Melvin Bryam, misionero costarricense, es instalado como pastor en Guabito, realizando una labor de expansión y avance en dicha provincia.

El hermano Soto recibió la obra en Santana con unas doce personas como miembros y un campo blanco en Arraiján. Luego buscar la dirección de Dios, en el año 1979, la Iglesia Central de Panamá se traslada a un local de cultos más amplio en Parque Lefevre, Calle Tercera, donde permanece hasta el día de hoy y donde actualmente se encuentran ubicadas las oficinas nacionales de la obra.

Posteriormente, con la ayuda y la unción del Espíritu Santo, el Señor fue llamando hombres y mujeres a su servicio y se fueron abriendo nuevas iglesias en lugares como Bejuco, Chorrillo, Tocumen, Chilibre, Alcalde Díaz, Samaria, San Antonio, Llano de Jesús, La Locería, y otros puntos de la provincia de Panamá, tales como Chorrera, Campana, Cañita, etc.

Luego la obra se expande a las demás provincias del país como Veraguas, Darién, Chiriquí, Colón, Coclé, Los Santos, etc, iglesias que permanecen hasta el día de hoy.

En el año 2000, inicia el Instituto Bíblico en Panamá, cuyo objetivo es la enseñanza y capacitación profunda en la Palabra de Dios a los pastores, obreros y miembros de las diferentes congregaciones a nivel nacional. Actualmente el Instituto Bíblico cuenta con un grupo de profesores capacitados en docencia superior y posee sedes en varios puntos del país. 

En el año 2001, el Señor nos permite iniciar la construcción de nuestro Campamento Nacional ubicado en el sector de Chilibre. En la actualidad, esta propiedad es la sede de retiros y convenciones nacionales de jóvenes y damas. Cuenta con dormitorios para albergar más de 800 personas, un templo con capacidad para 3,000 personas y facilidades para los huéspedes. También posee varias hectáreas de terreno para ampliaciones futuras.

Hoy vemos un desarrollo integral, pero sobretodo un fruto abundante de hombres y mujeres que recibieron un llamado de parte de Dios y fueron fieles al servicio, atendiendo las nuevas iglesias y campos de predicación que se levantaron en los inicios.

Durante todos estos años, de Panamá han salido misioneros a otros países en Centroamérica principalmente, entre los cuales podemos mencionar a los pastores Ernesto Moreno y su esposa Gloria de Moreno (Guatemala y Nicaragua), Evangelisto Sánchez (Nicaragua), Adaluz Simití de González (Nicaragua) y José De La Cruz Quejada (Guatemala). 

El Dueño de la Obra, aún continúa llamando hombres y mujeres esforzados que deseen servirle con fervor. Actualmente el Movimiento Misionero Mundial en Panamá, está en constante crecimiento, manteniendo la visión que nos caracteriza de seguir predicando la Sana Doctrina.

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. Salmos 126:6


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